miércoles, 19 de octubre de 2011

Una tarde para mí

Kike se fue a las ocho, prefería que se fuese pronto ya que no quería que mi madre se imaginara más cosas de las que ya hay. En cuanto me quede sola en mi habitación decidí que quería ir a dar una vuelta, porque cuanto más tiempo estaba cerrada más pensaba en mi abuelo, así que me calcé y me fui con intenciones de volver a la hora de cenar.
Estuve por calles desiertas, no quería mucho jaleo cerca mío. Reflexioné después de haber hablado con mi Kike, tenía razón; mi abuelo había tenido cierta suerte en la vida, porque esos momentos los pasa todo el mundo se quiera o no. Mi principal suerte era tenerlo a el. Le quería, hoy había sentido verdaderamente que le quería.
Avancé hacia un parque donde casi nunca hay nadie, y vi a un chico pegando a un hombre. No supe si acercarme o avisar a alguien, por el simple miedo de si me podía pasar algo a mi. Finalmente decidí que iría a ver sin que me escuchasen. Rápidamente reconocí la voz de esos insultos. Era Kike. Sabe que odio la violencia, y nunca me lo podía haber imaginado de él. Fui corriendo hacia ellos. Le chillé y lo intente parar antes de que llegara a matar a ese hombre. Ver esas imágenes protagonizadas por el fue duro, muy duro. Seguí intentándolo hasta que me dio. Se giró, por fin paró, me miro con cara de pena pero yo me resistí me hice la rígida, odié esa situación y que el hubiera hecho eso. Aluciné, ya que me llego a empujar, no se si por accidente o no, pero yo noté un golpe y ese pobre hombre tuvo que notar muchos de ellos. No quería estar con un chico violento.
-Álex, vamos, ven por favor, lo siento..- Los ojos se le pusieron tan llorosos como a mi al ver mi cara de decepción y miedo.
-Déjame en serio, basta.-Dije sin mover ni un poco las fracciones de mi cara.
-Álex en serio no sabes el porque de esto déjame que te explique- Suplicó intentando cogerme la mano, pero me negaba y negaba.
-Kike, me decepcionó David, alguien que no me lo podía imaginar, y de ti.. mucho menos, no quiero estar con una persona que va haciendo daño a hombres, sean buenos o malos, esto nunca Kike, nunca- Volvió a intentar abrazarme y solté mi brazo de su mano de golpe, entonces se me cayó una lágrima.- Ya.
Me fui corriendo..¡Vaya mierda de día! Me quedé en un banco y empecé a llorar, nada podía empeorar.. decidí pasar de todo y que la gente hiciera lo que quisiera con su vida que yo tenía mi mundo. Que le dieran a todo, me daba cuenta que no se podía confiar como imaginaba en las personas.
Una buena tarde acabó asquerosamente mal.

martes, 18 de octubre de 2011

Una sonrisa en ese asqueroso día gracias a él.

Después de comer estuve abrazada a mis padres todos los segundos hasta que vino Eva. Nada más verme con los ojos hinchados y rojos me dijo:
-¡Cariño! ¡No te pongas así amor! Anda ven.-Me envolvió en sus brazos sin que yo moviera los míos ni un centímetro. Me seguía sintiendo tan mal, seguía sin creérmelo, era como un padre para mi. Podía decir que era el peor día de mi vida hasta ahora. Lo único bueno en que podía pensar es que hacía poco había pasado uno de los mejores con Kike, pero en esos momentos no me servía.
Eva y yo estuvimos en mi habitación, tal como es ella me intentó animarme y distraerme, es la mejor amiga que se podía tener. Estuvimos viendo la tele y me ayudaba a superarlo y a darle razones a lo ocurrido.
Pero por fin a las cinco apareció mi chico, la persona que en ese día me hacía levantarme de la cama al menos para abrirle la puerta.
-Vida- Me sujetó la cabeza y me dio un beso fuerte en la frente. Luego saludó a Eva. A los cinco minutos ella se fue y me dejó con él.
-Kike bf.. vaya mierda de..- No me dejó acabar, me interrumpió:
-Calla por favor. No quiero oírte como dices locuras, una persona como tu. Te quejas de tu vida, cuando lo tienes todo. Eres preciosa, tienes talento, tienes a alguien que te quiere como yo, tienes una mejor amiga que te apoya en todo y sobre todo tienes unos padres que te cuidan y te adoran, Álex tienes mucha suerte. Y por cosas de estas no te puedes venir abajo porque esto es normal, es una cosa más de la vida y sinceramente, yo firmaría con morir como tu abuelo.- Dejé de llorar, me quedé con la boca abierta, tanto como mis ojos.
-¿Porqué me dices esto Kike?- Pregunté asombrada.
-Por que es verdad, y por que hay mucha gente que desearía haber tenido una vida como la tuya.-Escupió de su boca, así sin más y con la mirada baja.
-Una persona que te quiera la tienes, al menos yo, una persona que te apoya; tu hermano Iván que es de lo mejor que hay, ¿Talentos? Demasiados, y uno es conquistar con esa simple mirada, y por último pero no menos importante, seguro que tienes unos padres que están ahí día a día.- Le dije sinceramente jugueteando con mis dedos en su piel.
-Madre y no tanto como crees.-Hice una extraña cara- Creo que ha llegado el momento de confianza para que te lo cuente y así no creerass que tu vida es una mierda.-Paré a escuchar atenta, muy atenta- Cuando yo era un niño de doce años viví muchas escenas, todas recordables para toda la vida y tristes. He visto como mi padre levantaba la mano a mi madre y como mi madre lloraba sin poder hacerle nada por miedo que nos ocurriera algo a mi hermano y a mi. Por parte de mi madre se que tengo un apoyo y cariño muy grande pero todo lo vivido ya no lo podré borrar de mi mente. Pero por lo menos hubo un día en el que mi padre se fue a una de sus noches locas de bebida, de las de cada semana y no volvió- Le cogí de la mano en señal de que siguiera, que yo le apoyaba, que no pasaba nada.- Parecerá un poco cruel, pero al ver que no volvía me quité un gran peso de encima.
-¿Y todo eso de que viniste por un trabajo de tu padre?- Le pregunté fascinada.
-Mentira, solo que ahora que estábamos libres de ese hombre no queríamos arriesgarnos a que volviera y nos fuimos para no tener que volver a recordar sensaciones horribles en nuestra antigua casa. Por eso tampoco soy de los más hablador, pero he decidido empezar una nueva vida sin él y con la ayuda de la gente que me quiere. Igual que mi hermano, pero el esta mucho más feliz ahora que hemos conseguido irnos de allí, esa es su razón de felicidad.-Atenta le contesté respecto a que quería seguir su vida con la gente que quiere.
-Yo te quiero, y quiero que sepas que conmigo podrás empezar la vida que quieras y sabes perfectamente que te haré feliz ¿no?-Me puse enfrente suyo.
-Álex yo si que te quiero, desde que te vi, mi corazón latía mucho más rápido.
-Nada más al escuchar tu voz me tuve que girar para ver a la estupenda persona que me perdía tras de mi. En ese momento pensé en tu increíble perfección.- Nos miramos un largo rato, nos sonreímos y dulcemente nos dimos otro de nuestros mágicos besos. Cuando me vió más tranquila me regalo unas galletas de colores con chocolate en el interior:
-Solo quería volver a ver tu sonrisa.
Le quería como no habría querido a otra persona. Tal vez me había ayudado a superar esos momentos recordandome las cosas buenas que había vivido mi abuelo y con las cosas geniales que tenía en mi vida.


lunes, 17 de octubre de 2011

La gran perdida, pero junto a él.

Me desperté, abrazada a él, no me podía creer que después de todo pudiese tener un momento como ese. Le desperté con un beso. Me vestí y me arreglé, y de pronto vi una nota de mi madre en la puerta que ponía: Cariño me he tenido que ir al hospital por tu abuelo, llámame y te lo cuento. Besos.
Inmediatamente llamé a mi madre nerviosa, ya que era el único abuelo que tenía, era mi abuelo, el abuelo.
-¿Mamá?¿Porqué estas en el hospital?¿Que ha pasado?-Le pregunté nerviosa.
-Cariño.. esta noche tu abuelo ha sufrido un ataque al corazón.
-¿Y?¿Está bién? ¿Puedo hablar con el?
-No cariño.. el ataque ha sido más fuerte de lo que crees.
-¡¿Mamá donde esta el abuelo, donde está?!-Kike me oyó y se acercó a mi mirándome de manera extraña.
-Hija, el abuelo se ha ido.
-¿Qué dices? No me jodas, ¡en serio mamá!-Empecé a llorar, como una desesperada, no entendía nada, como pudo cambiar todo de la noche a la mañana.
-Cielo no te lo quería decir por aquí pero tranquilízate que en menos de una hora estaré allí amor.- Me dijo mi madre con un nudo en la garganta. Colgué y me encogí de hombros y piernas sobre mi cama, empecé a llorar, cada vez más. Kike antes de preguntarme nada me abrazó fuerte, muy fuerte, supongo que intentaba que me sintiera acogida, la cual cosa consiguió, pero no lo suficiente.
-¡Kike se ha ido , se ha ido!- Lloré , lloré y lloré, no podía parar, me ahogaba, era mi abuelo, el típico abuelo que venía a buscarme al colegio y me traía la merienda. Era una de las personas que más me entendía.
Le quería mucho y en ese momento el mundo se me puso al revés. Kike cada vez me abrazaba más fuerte, la cual cosa agradecía.
-Cariño en estos momentos tu abuelo no querría que estuvieras así, seguro que querría que disfrutaras... cálmate Álex.-Me lo dijo cogiéndome de la cabeza y acercándomela a la suya.
-Lo hecharé mucho de menos Kike..-Bajando la mirada, pero el me la levantó.- pero se que no ha sufrido.. me alegro por él y porque ha vivido una bonita vida..- Estallé a llorar otra vez. Pero ahí estaba él.
En esos momentos pensaba que: Quería disfrutar de ese olor a pipa, ochenta años más.
Llegó mi madre y mi gran apoyo se fue. Me aseguró que a la tarde volvería para ver como estaba, que no me dejaría sola nunca. Pero hasta entonces estuve con mi madre.

Nuestro primer beso, que lo convirtió en el más especial.

Con esas fantásticas tardes estuvimos varios días, las cuales se las contaba a mi mejor amiga en la hora del patio día a día. Hasta que llegó el viernes, ese día no tenía baile y dijimos de estar salir hasta algo más tarde como amigos que aún eramos.
Pero justo esa tarde, nada más volver del insti pensé en poner en otra pared de mi habitación, ya pintada; ``El baile es mi forma de vivir´´. Creía que a mi madre no le importaría, pero no fue así. Cuando mi madre lo vio, me empezó a decir que si estaba tonta, que como se me ocurría... lo típico. Aun así yo tengo mi frase en mi pared, aun que lo malo de eso fue que mi madre me castigo sin salir el viernes. Tuve que llamar a Kike, lo entendió, aun que el también me hecho un poco la bronca.. pero aun así era monísimo, más que nada por que me dijo que alomejor  tendría cierta sorpresa.
No obstante de eso, me cabreé con mi madre, con el mundo, como muchas veces me pasaba.
Pero en cuanto acabé de cenar se me alegró el día. De pronto empecé a oír golpes de piedras en mi ventana. Me asomé y no vi a nadie. Ya que me asomé la abrí, hacia calor. Me gire para guardar la ropa y de pronto escuché un hola, me di la vuelta y vi a Kike en el árbol de enfrente. Le deje entrar por mi ventana recién abierta.
-No quería desaprovechar una tarde como esta, es viernes, el mejor día de la semana ¿Porqué no pasarlo con la mejor chica que he conocido en este pueblo?-Me preguntó dulcemente.
-Pues muy buena idea bonito- Casi siempre le hablaba con un tonito gracioso y cariñoso, casi siempre muy cerca uno del otro.-Iba a ver la tele.. ¿Te apuntas?
-¿Y tu madre?
-Ni caso, me enfadé con ella y sabe que en día como estos lo mejor es dejarme sola.
-Pues entonces, claro. - Chocamos frente con frente, hicimos el tonteo que llevábamos haciendo desde hace unos tres días. Nos estiramos en la cama y pusimos una película que acababa de empezar. Empezaron los anuncios y empezamos ha hablar. Me levanté un momento para ir al baño, al volver me cogió de la pierna y caí encima suyo. Quedamos tan cerca que nuestras narices se rozaban.
-¿Sabes que estas preciosa desde tan cerca?- Me preguntó con un tono muy suave. Me acerqué más.
-¿Y así qué?- Insinuó con su cara que no estaba mal. No me pude resistir, era el chico de mis sueños, era divino, pensé que en el amor había que arriesgar y que no podía estar toda la vida rallada por alguien que no merecía la pena. Quise que fuera romántico, así que deje que primero nos rozaran los labios para que tuviera realmente deseo de besarme. Finalmente nos besamos. Fue uno de los mejores besos de mi vida, lento, dulce y largo. Paramos, nos miramos, se volvió ha acercar a mis labios y me volvió a besar. Ese beso fue mucho más largo, muy largo. Después de ese largo beso nos abrazamos y encima suyo me quedé.
-¿No he ido deprisa, no?- Me encantó que se preocupase, ese chabal era increíble.
-Para nada, todo ha sido precioso, a su tiempo, dulce..no te puedes imaginar lo bién que me siento a tu lado- Me hizo una mirada enamoradiza y me dio otro bonito beso. Me sentí como una gatita con su dueño, como un pajaro en su nido.
Finalmente nos quedamos dormidos en mi cama.

domingo, 16 de octubre de 2011

La preciosa tarde en la playa.

Por primera vez después de unas cuantas semanas alguien me vino a buscar picando a la puerta, sin llamarme fea. Era el, antes de mirar, al abrir la puerta percibí su olor, dulce, me encantó.
-Que, ¿ya estás lista?
-Sí, aunque no me he arreglado mucho la verdad- Me sinceré.
-No me importa, a mi la gente me gusta por su forma de ser, no por la cantidad de kilos de maquillaje que lleve encima,¿Entiendes?-Me explicó muy humildemente.
-Pues a mi me gusta mucho la gente que es como tu-Preferí contestar eso, principalmente porque era verdad y porque no le iba a decir gracias.
-Pues entonces vamos bién- Dijo con un tono simpático.- Bueno como se que te tienes que ir al rededor de las siete ire después a lo del regalo.
-¿Y ahora dónde vamos?-Le pregunté sorprendida.
-¿Puedes confiar en mi?-Cuestionó la pregunta de una manera que me volvió loca, no tube otra que contestarle que si. Me llevó en su moto, no sabía donde íbamos, pero por suerte no me vendó los ojos ni nada por el estilo de tal manera que podía ir viendo donde me llevaba.
La playa, me llevo a la playa. Acertó de pleno.
-¿Cómo que me traes aquí?- Creo que fue la tarde que más preguntas hice.
-Pues porqué la playa me encanta, y sobre todo disfrutarla con gente especial. No me gustaría compartir esto con típicas niñatas que no se saben ni el cumpleaños de sus padres.-Me sentí alagada. Cada vez me gustaba más, y en ese momento me vino a la cabeza David.
-Pues ya que piensas tan bien de mi, creo que debo contarte una historia que tengo en la cabeza cada vez que hay un momento bonito.-No aguantaba más, tenia que decírselo para que entendiese cualquier estupidez que me pudiese salir del pronto. Le conté todo, que yo estuve muy enamorada de un tal David, que estuvimos casi seis meses, y que un día lo vi con otra, la cual cosa no me pude creer. Desde ese momento me costaba mucho más confiar en las personas, porqué si el lo pudo hacer, que para mi era imposible..Ahora era todo mucho más difícil. Kike lo entendió perfectamente, y dijo que nunca haría nada que le pudiese hacer daño a la persona que el quería, antes le diría sus problemas, pero daño nunca. También me explico que el sabia que eso no se podía decir solamente, se tenía que demostrar. A mi me pareció estupendo todo lo que dijo, para mi él ya lo era.
Después de esta larga charla que me aclaró bastantes cosas empezamos a disfrutar un poco más de la tarde, hablábamos de cosas del día a día.. y de repente empezamos a jugar y a correr por la arena. Eso me servía mucho más que las mil palabras más bonitas del mundo. No sirve de nada que te prometan la luna si no te bajan ni una triste estrella.
Me reí, me divertí, junto a él fue mágico. Pero pronto se hicieron las siete y tuvimos que volver.
A las siete y cuarto estaba en casa. Antes de entrar me vi en el reflejo de un coche y le dije:
-Kike, ¿Como me dejas ir con estos pelos por la vida?
-Pues porque yo te veo igual de bien que antes.
-Si igual..-Le dije mientras me arreglaba el cabello. Entonces me paró y me dijo:
-Si te vieras con los ojos que te veo yo, no te encontrarías ningún defecto.-Me quede parada, deje mis cabellos y me quede mirándolo. Le sonreí.
-¿Sabes que eres una de las personas más bonitas que he conocido?-Le dije seriamente y mirándole a los ojos. A pesar de aquello no quería decirle más cosas que esas, no quería correr..que las cosas fluyeran más. Pero a lo que no me pude resistir fue al beso en la mejilla, esta vez se lo di yo. Me di cuenta que él tampoco tenía prisa después de saber mi historia, así que con ese cariñoso beso que le di se quedo contento, por lo que yo vi en sus ojos.
Después de eso se fue y me soltó la mano de la cual llevaba agarrado toda la despedida. Tras esa tarde empece a pensar que había otro mundo aparte de David..pero tampoco quería emocionarme, porque aun me sentía algo desconfiada, pero lo que puedo asegurar es que Kike hizo que me sintiese mucho mejor.




Esas sonrisas entre medio de las conversaciones.

Ya estaba en el patio, justo había acabado mi bocadillo y empecé ha hablar con mis amigas en un banco. A los cinco minutos vino Iván y nos robó un rato a Eva, lo entendimos. Al rato yo también me fuí del grupo para ir al baño, cuando salí me crucé con Kike.
-Hombre el desaparecido- Le dije cuando aun estaba a un par de metros de mi.
-Bueno es que hoy hemos entrado a las ocho.. cuesta más levantarse.- Ahí le di toda la razón con la forma de expresión de mi cara.-Oye esta tarde no tendrás muchos deberes que digamos ¿No?
-No- Le dije un poco roja.
-Pues podríamos salir un rato por la tarde si te apetece.. además tengo que ir a buscar y pagar el regalo de mi madre.- Pensé que era una buena excusa para salir entonces.
-Vale, te acompaño- Le guiñe el ojo y el se rió. Desgraciadamente sonó el timbre, ya que por mi me quedaría horas con el.
-Bueno ya que me acompañas a lo de mi madre, te acompañare a tu edificio.. te la debo ¿No crees?
-Claro que me la debes- Le aseguré con tono bacilón. Me cogió del cuello y me contó sobre la gente de su edificio, siempre con un tono de voz perfecto.
Llegamos a mi clase, me hizo su típica sonrisa y se fue, sin dejar de mirarme a los ojos, para mi, un detalle bonito.
Y finalmente cuando llegó la hora de irse, salimos los cuatro juntos y ellos aseguraron que hoy no querían salir con gente, pero eso ahora ya no era problema. Así que esta tarde otro bonito rato a su lado, espero.



El inicio de la relación entre Iván y Eva.

Al día siguiente de camino al instituto le conté a mi mejor amiga como fue la tarde del día anterior. No paraba de decir que: ¡que mono tía, que mono! Pero ella tampoco se quedó corta en esa misma tarde.
-Y tu que fea.. ¿Que fue eso de: estamos ocupados?-Le pregunte con cara de cotilla.
-Pues eso exactamente-Sonrió y siguió- Bueno que nos liamos..-Bajó la mirada pero rápidamente la volvió a subir y tubo que darme más explicaciones al ver mi cara en estado de shock.-Tía, que yo ya lo conocía un poco más y nos teníamos mucha confianza.
-No si ya lo veo- Me empece a reír yo sola mientras ella me miraba un poco raro-Pero bueno tía que me alegro mucho, que de todas formas yo ya te notaba algo, con el entusiasmo que siempre llevabas con el eh..
-Pues gracias.. ¿Sabes lo feliz que me siento?- Suspiré y la cogí por la espalda para que notase que yo también me alegraba por ella.-Bueno dejemos ya el tema que ya entramos.-Le hice caso.
No los vimos, tal vez llegaban tarde, así que fuimos hacia el aula. Cuando Eva estaba apunto de entrar le chillé para avisarle de que Iván estaba entrando en mi clase. Vino muy veloz, se quedo mirándolo y se besaron. Creo que ella le miro antes de besarle porque no quería quedar mal ante el. La verdad es que fue muy bonito.

El primer encuentro, 2ª parte.

Decidimos que Iván iría con Eva, ya que se lleban tan bien y yo acabe yendo con Kike. Al poco rato de ir andando hacia la joyería donde quería comprar el regalo, mi mejor amiga me envio un mensaje que decia:
Tia no veas qe miradas os hechabais..qe feeling!
Kike me miró, pero no quiso preguntar quien era por educación, supongo.
-Y que, ¿Te ha costado mucho despedirte de tu pueblo?
-No mucho, la verdad- No supe si preguntarle el porque o no meterme en su intimidad, pero no me hizo falta pensarlo mucho porque el solo me respondió mis preguntas- En mi antiguo pueblo, tengo ciertos recuerdos no muy bonitos.
-¿Y eso?- No me pude resistir, si el no hubiese querido que se lo preguntase, no hubiera seguido hablando.
-Bueno, tube ciertos problemas familiares, con mi padre.- Me lo contaba sin levantar la mirada, se notaba que no pasó buenos momentos. No quise preguntar más, no quería amargar la tarde.-Supongo que algún día cojeremos la confianza para que te lo cuente- Me sonrío.
Al fin llegamos a la joyería, entramos y guardó una preciosa pulsera, ya que hoy no llevaba suficiente dinero.
-Bueno al no poder comprarlo hemos acabado pronto, ¿Llamamos ya?
-Como quieras Kike, si quieres le envio un whats a Eva que me sale gratis.
-Vale.- Le envié un wats y le dije que ya habiamos acabado.. y me contestó:
No conteis cn nosotros, stamos ocupaos.. luego te cuento fea :D 
Se lo enseñe a Kike, empezamos a reir. Almenos rompimos un poco más el hielo.
-Bueno pues como veo que tenemos para rato.. esperate aquí, tardare un minuto.-Me sonrió y entró en una heladería. Pensé que cogería un helado para él, ya que no le dije cual me gustaba. Pero me equivoqué. Salió con dos helados, uno en cada mano. Sin decirme nada me dio el de chocolate.
-¿Y esto?- Le dije vergonzosa.
-Bueno escuché que te encanta el chocolate, y como puedes comprobar hoy me ha sobrado bastante dinero.-Me dijo mirándome fijamente a los ojos.
-Bueno.. no te voy a decir que no.- Nos sonreímos nuevamente, las risas que tenía con el eran de las mejores. Probé el helado.
-¿Te gusta?
-Me encanta- Nos miramos, sus miradas eran increíbles.
-Bueno a las siete tendrías que ir hacía casa ¿no?
-Si.. 
-Vamos tirando entonces- Me cogió de la mano y me ayudo a levantarme del banco en el que estábamos.
Después de un viaje algo silencioso, pero no aburrido, llegamos a casa. 
-Bueno Kike aquí es.
-Ah, bonita casa- Reímos, cada vez eran más fluidas nuestras risas.
-Pues mañana nos vemos, ¿no?
-Exacto.- Después de esta despedida, me dio un beso en la mejilla, muy dulce. 
Finalmente se fue, antes de que saliese de mi calle, tuvimos un último cruce de miradas.
Entre a casa con una enorme sonrisa en la cara, dije hola a mis padres, subí a mi habitación y mientras me vestía para ir a bailar me puse a pensar: sí, hoy ha estado bien y dulce, pero no se si quiero seguir pensando que siento algo después de lo de David, no hace mucho de ello, se que sigo afectada y que tal vez no sea él el que la pifie, tal vez sea yo la que me acuerde de la historia de David y estropee una tarde como esta. No se si vale la pena arriesgar. No se si voy ha hacer lo correcto..pero esque es tan perfecto.




Primer encuentro, 1ªparte.

Llegué a mi casa, comí y me estiré un rato en mi habitación mientras que veía la tele. Estaba mirando mi habitación y pensé que podría grafitear una pared que tengo blanca, ya que el resto de mi habitación está pintada desde hace un par de meses. Mi madre me dejó, pero solo esa pared. Así que hasta las cinco me puse a pintar Players en ella.
Cuando eran las cuatro y media me vestí y me peiné, no me quería arreglar.. solo iba a dar una vuelta con unos amigos. A las cinco menos cuarto escuche la voz de Eva llamándome fea, así que en menos de un minuto estube con ella. En diez minutos ya estábamos donde habíamos quedado. Llegamos puntuales, igual que ellos.
-Hola Álex-Me saludó Kike y me dio dos besos, luego hizo lo mismo con Eva.- Hola Eva.-Iván hizo lo mismo que su hermano.
-¡Hola chicos!-Dijimos.
-Bueno supongo que ya os habreis dado una vuelta por Barcelona, ¿No?-Preguntó Eva.
-Claro, pero que mejor que con buena compañía-Contestó Iván con tono gracioso- Y también es que quería ir a comprarme unas nuevas Vans..porque las que tengo estan hechas polvo.
-Pues tranquilo que te acompañamos- Le aseguré.
-Bueno yo también quería ir a comprar un regalo para mi madre, que dentro de nada es su cumpleaños- Nos anunció Kike.
-Hombre, pues para mi que nos tendremos que dividir, porque Álex se tendrá que irse a prepararse a las siete.. como uno de los dos no se espere a otro dia..- Puso como solución Eva.
-Es que los demás días ya no tendremos tiempo..y de tiendas no tengo ni idea.-Aseguró Kike.
-Bueno pues no importa.. nos separamos y si sobra tiempo pues nos reencontramos ¿no?- Propuso Eva. Todos estaban de acuerdo con ello. Haber a mi Kike me atraía un poco, pero me daba cierto nerviosismo.
-Vale, pues Iván si acabamos pronto te llamo y volvemos a encontrarnos- Iván afirmó la propuesta de Kike.

La salida.

Las dos horas siguientes de clase, eran tan aburridas como las dos primeras, solo que ahora se iban turnando los profesores en contar el rollo de cada año sobre las reglas de su asignatura. Como todo eso ya me lo sabía me era inevitable pensar en Kike.
Me giré un momento a guardar las cosas ya que el timbre estaba apunto de sonar y vi que Iván estaba en la misma clase que yo pero bastante más atrás. Cuando sonó el timbre me vio, le saludé y salimos juntos del aula, fuimos a por Eva y el resto. Entonces Iván se fue al otro edificio para encontrarse con su hermano y Eva y yo nos quedamos hablando.
-Álex.. te conozco perfectamente y lo desconcertada que estabas y la forma en que te quedaste mirando a Kike..no era normal-Me dijo con cara de querer respuestas.
-Bueno.. hay que decir que guapo es..
-Tía, soy tu mejor amiga,¡ ya me estas contando todo lo que se te paso por la cabeza!- Es verdad, a ella no se lo podía ocultar y le conté mi opinión sobre Kike, pero a la vez dejándole claro que no quería nada con el, que sino luego se hace sus películas.- Joder Álex, si que te ha impactado ¿no?- Baje la mirada..no quise responder.. no tenia nada claro que quería..así que intenté pasar del tema hasta que no hablase con ellos.
-¡Mira por ahi vienen!-Se acercaron a nosotras- ¿Que, que tal el primer dia?
-Bien, algo aburrido, pero la gente es muy amable- Contestó Iván.
-¿Os vais hacia arriba?-Preguntó Kike.
-Sí- Respondí.
-Pues no perdamos más el tiempo y vamos todos hacia allí.- Dijo Kike, con esa sonrisa que me volvía loca.
Mientras el último semáforo que nos quedaba por pasar juntos se ponía verde surgió el típico tema de los planes para la tarde, y no me podía inventar nada porque yo no empezaba a bailar hasta las ocho y obviamente no habían deveres.
-Pues entonces, ¿Quereis ir a dar una vuelta a las cinco?- Preguntó Iván entusiasmado.
-Claro, y de paso os enseñamos un poco todo esto- Decía Eva mientras cada vez abría más los ojos.
-Porfavor- Pidió Kike con un tono elegante. A la vez reímos todos.
-Bueno pues entonces ¿Quedamos a las cinco en la plaza Catalunya?- Pregunté para luego poder decir que hasta las ocho porque yo tenía que ir a la academia. Todos afirmaron que irían. Luego cada uno se fue hacía su casa.
Si soy realista, tenía ciertas ganas de ir y mi mejor amiga lo notó.








La hora del patio.

Las primeras dos horas de clase.. para quedarse dormido. Para mucha gente el primer día ''mola'' ya que no se hace practicamente nada, pero es muy aburrido estar dos horas escuchando las normas de tu instituto, las mismas de cada año.
Al fin sonó el timbre cogí mi pequeño bocadillo y me fui a la clase de al lado a buscar a Eva y al resto de mis amigas. Aunque pretendía estar con todas me fue difícil, ya que Eva me cogió del brazo y me llevo hasta Iván. Mientras me iba acercando afirmaba lo que ella me contaba, se le veía un chico muy simpático.
-Buenas- Nos dijo de manera muy agradable.
-Hola, ella es Alexandra- Me presentó Eva.
-Me puedes llamar Álex- Le decía mientras le daba dos besos.
-Pues encantado Álex.
-Encantado Iván- Nos reímos. Inmediatamente de esas risas saltó Eva con sus tremendas ganas de conocer a el famoso hermano mayor.
-Mm..Iván,¿ No nos querías a presentar a tu hermano?
-Sí claro, espera que le llamó, ¡Kike!- Chilló el nombre con fuerza. Se ve que Kike venía por detrás mio, pero no me quise girar a ver como llegaba, por no parecer una desesperada.
-Hola- Oí una fuerte voz detrás de mi cabeza, preciosa. Entonces me giré. Vi unos preciosos ojos negros, un pelo perfecto,también negro y unos dientes impecables. En ese momento no pensaba ni en R, ni en tios buenos, ni en nada de eso. Era perfecto.
-Mira Kike, estas són Eva y Álex.
-Buenas- Dijó mientras también nos daba dos besos.
-Y ya que nos conocemos, ¿Como que habeis venido?- Preguntó Eva mientras que yo no podía dejar de mirarlo discretamente.
-Bueno héramos de un pequeño pueblo y a nuestro padre le han ofrecieron un buen trabajo aquí y tal como están las cosas hemos venido sin pensarlo- Respondió Kike de manera fluida.
-Que bién entonces, bueno cuando queráis os enseñamos un poco la gran ciudad, ¿verdad Álex?
-Claro, por suspuesto- Respondí desconcertada.
Sonó el timbre, ya era hora de volver a las aburridas aulas.
-Bueno ya hablaremos- Dijo Iván despidiéndose.
-¡Si, si!- Respondió Eva contenta, tal vez un poco emocionada.. Yo hice una sonrisa insinuando un adiós. Cuando nos íbamos alejando hacía las escaleras Kike y yo nos miramos, sonreímos de nuevo y entonces si que nos fuimos, el a su bloque de bachillerato y yo al mio, de secundaria.